sábado, 7 de julio de 2018

El tema del cambio de siglo, o de década

De vez en cuando, sobre todo coincidiendo con fines de año, o con efemérides o aniversarios, suele salir en las conversaciones el tema de cuándo comienzan y acaban las décadas y los siglos. El problema viene -o al menos se acentuó sobremanera- de cuando el mundo occidental, deseoso de festejos, jaleado por las grandes empresas del ocio y por periodistas y comunicadores iletrados, se apresuró impaciente a celebrar durante la Nochevieja de 1999 el cambio de década, de siglo y de milenio (unos eventos tan redonditos todos ellos), cuando en realidad se estaban adelantando un año, como algunas voces (pocas) se ocuparon de recordar, infructuosamente. Aquella noche simplemente cambiábamos de dígitos de la unidad de millar (del 1 al 2) del número cardinal, pero no de década, de siglo ni de milenio, porque aún faltaba un año.


¿Por qué? Pues muy fácil, es mera Matemática. Una década es un conjunto de diez años, al igual que un siglo en un conjunto de cien y un milenio de un millar. Pero no es necesario hablar de años, ni dispersarse elucubrando sobre cuándo comenzó realmente la Era Cristiana a causa del error en los cálculos de Dionisio el Exiguo, cuando en el S. VI se decidió contar los años desde el nacimiento de Cristo en vez de hacerlo desde la fundación de Roma o desde el reinado de Diocleciano, como se venía haciendo hasta entonces. Eso da igual, porque lo que importa es que estamos contando números enteros: Podríamos hablar de monedas, o de patatas, y el resultado sería el mismo. Es obvio que si tenemos un cajón de monedas, y nos piden hacer montoncitos de diez, el primer montoncito tendrá desde la moneda primera a la décima, porque no podemos contar la "moneda cero", que no existe. El segundo montoncito tendrá desde la decimoprimera moneda a la vigésima. El tercer montoncito, desde la vigesimoprimera moneda a la trigésima, y así sucesivamente.


Pues con los años pasa lo mismo. La década primera no puede contar el "año cero", que no existe, como no existen, ni son computables, la "moneda cero" o la "patata cero". Iría desde el año uno hasta el año diez. La segunda década, desde el año once hasta el veinte.  La tercera, desde el veintiuno hasta el treinta. Y así sucesivamente. Por eso, cuando se habla, por ejemplo, de la década de los setenta, hay que tener claro que no comenzaría en 1970 (que por el motivo que se ha explicado queda claro que fue el último año de la sexta década) sino en 1971, y duró hasta 1980, incluido.

 Otro ejemplo. Si nos piden tomar una cosecha de patatas y guardarla en sacos de cien patatas cada uno, el primer saco tendrá desde la que llamemos "patata número uno" hasta la "patata número cien". El segundo saco desde la patata número ciento uno hasta la doscientas. El tercero, desde la patata doscientos uno hasta la número trescientos. Y así. 


Cambiemos el concepto "sacos de patatas" por siglos y quedará claro que el Siglo I abarcó desde el año uno hasta el año cien (porque no se puede computar el "año cero", que no existe, como tampoco existe ni por ello es computable la "patata número cero"). Por lo tanto, el Siglo II comienza no en el año 100 (que ya hemos visto que es el último del S. I), sino en el 101, y termina en el año 200 (no en el 199). Siguiendo el cómputo, cualquier persona que sepa contar y multiplicar por diez verá que el siglo XX comenzó el 1 de Enero de 1901 y acabó el 31 de Diciembre de 2000. Por lo tanto la nueva década, el nuevo siglo y el nuevo milenio comenzaron el 1 de enero de 2001 (y no al terminar 1999, como tantos se apresuraron a celebrar).

También lo aclaró en su momento el Observatorio de Greenwich, que regula las horas a nivel mundial desde que se estableció allí el Meridiano Cero. Cuando tres años antes comenzaban a prepararse los fastos de 1999, emitieron una nota de prensa al respecto. The first day of the second millenium was New Year's Day of A.D. 1001, they said, adding, "It is thus clear that the start of the new millennium will be 1 January 2001" ("el primer día del segundo milenio fue el día de Año Nuevo de 1001 anno domini, dijeron, y agregaron; está claro que el comienzo del nuevo milenio será el 1 de enero de 2001"). Pues ni caso les hicieron a los pobres astrónomos. Había demasiados intereses económicos en contra.

Incluso las instituciones oficiales cayeron en el error. Por ejemplo, en el Hospital "Virgen de la Salud" de Toledo plantaron un árbol y pusieron una placa conmemorativa del "primer nacimiento del nuevo siglo" que habría tenido lugar, según ellos, la madrugada del 31 de diciembre de 1999 al 1 de enero de 2000, sin que ningún médico de los que promovieron el evento (todos ellos licenciados o doctores de una carrera de Ciencias, con lo que se les supone que debieran de saben contar) se percatasen del equívoco. Allí sigue puesta, casi veinte años después, manteniendo el equívoco.

En el ámbito de la Normalización Científica, existen bancos de datos de autoridades de referencia que ratifican lo que, por obvio, ni necesitaría ser ratificado.




También nos lo aclara una obra de referencia realizada por expertos de veintitrés países y actualizada periódicamente: el Diccionario Panhispánico de Dudas: Copio a continuación: 

Década designa en especial el período de diez años referido a cada una de las decenas del siglo (años diez, veinte, treinta, etc.). Es muy frecuente expresar los decenios tomando como límites años que terminan en la misma cifra: «El fecundo decenio andaluz (1578-1588) se interrumpió cuando [...] tuvo que trasladarse a Segovia» (Abc [Esp.] 13.12.91); pero hay que saber que esta costumbre implica una inexactitud, ya que esos límites comprenden, en realidad, once años y no diez, pues en el cómputo se incluye tanto el primer año como el último. Se recomienda mayor precisión en la indicación de los decenios, como se ejemplifica a continuación: «El carácter brillante y apolíneo del decenio operístico, 1775-1784, del compositor» (País [Esp.] 1.12.87).

En cuanto a las diez décadas de cada siglo, cada una de ellas comienza en un año acabado en 1 y termina en un año acabado en 0; así, la primera década del siglo xx es la que va de 1901 a 1910; la segunda, de 1911 a 1920; la tercera, de 1921 a 1930, etc.

Pues aun así, sigo encontrándome de vez en cuando con los argumentos de que: "Eso depende, es lo que tú opinas". "Pues yo lo he visto de otra manera en los periódicos". "Eso lo dices porque eres de Letras". "Pues en mi oficio / en mi facultad / en mi empresa contamos las décadas del cero al nueve y no vas a saber tú más que nosotros". ¡Cuán cierto es que cuesta mucho rectificar cuando algo se lleva grabado a fuego! Puedo entender que otros conceptos, como el de Billón (cien mil millones en EE.UU. y un millón de millones en el resto del mundo) o Trillón (un millón de millones en EE.UU. y un millón de billones en el resto del mundo) sean interpretables, pero un siglo SIEMPRE tiene cien años (y no noventa y nueve, como tendría que tener el Siglo I contando de la otra manera) y una década SIEMPRE comienza en años terminados en uno (no debe confundirse con un decenio, que, como se aclara en el ejemplo de más arriba, se puede empezar a contar cuando se desee). 

Queridos lectores y seguidores de este blog: Si habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí, y se os plantea alguna vez la misma situación que a mí, ponedles el ejemplo de las pilas de moneditas, o de los sacos de patatas, a ver si así lo entienden mejor.

Y si tampoco os funciona, no os desesperéis. Sólo me queda recomendaros que hagáis una ofrenda a Calíope, la musa de la Elocuencia, a Clío, la de la Historia, y a Jano bifronte, dios de los cambios de año, para que os inspiren la próxima vez que os suceda y se lo tengáis que explicar a alguien.