sábado, 5 de mayo de 2018

Exposición retrospectiva de Luis Pablo en el Museo de Santa Cruz

Recientemente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, inauguró en el edificio principal del Museo de Santa Cruz la exposición restrospectiva "Luis Pablo, Arte entre dos siglos, 1970-2018" que recoge lo mejor de la producción del gran Luis Pablo Gómez Vidales, pintor y escultor, y cofundador del Grupo Tolmo en 1971 y del Círculo de Arte en 1996. 


Hace ya unos años que Luis Pablo estaba ilusionado con este proyecto, que tras unos intentos iniciales que no fructificaron ante otras administraciones, al final tuvo acogida en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que lo ha albergado en el museo cabecera de nuestra red provincial. Me alegro mucho porque se hace justicia, homenajeando a un gestor cultural que se lo merece, y de cuya amistad disfruto hace años, cuando nos presentó un común amigo, el también pintor y profesor de Arte Pepe Morata.


Luis Pablo no es solo artista, y un gran artista. De formación es maestro y licenciado en Antropología Social y Cultural. Pero además muchas personas le conocen por sus años en el Ayuntamiento de Toledo como Director Técnico de Actividades Artísticas y Culturales, al servicio de varias corporaciones, de diferente signo político. Cuando había que organizar una exposición en la Posada de la Hermandad o en San Marcos, allí estaba Luis Pablo. Cuando había que organizar un festival, como los ya consolidados de jazz, o de flamenco, allí estaba Luis Pablo. Cuando había que montar algún evento de artes plásticas, escénicas o musicales, allí estaba Luis Pablo. Fue el factótum de la política cultural municipal desde finales de los ochenta hasta su reciente jubilación. Por eso digo que no sólo es artista, sino que además es un gestor cultural del que no puede dejarse de hablar en la Toledo contemporánea, y cuyas memorias muchos esperamos que se anime a escribir más pronto que tarde, ampliando el adelanto que publicó en 2001 en la revista Archivo Secreto.

Ahora podemos disfrutar de una selección del mejor Luis Pablo, que, a lo largo de medio siglo ha cultivado diferentes estilos, que se pueden disfrutar en la muestra: Cubismo, Figuración, Abstracción Impresionista, Collage, Escultopintura... Una obra que perdurará gracias al catálogo que se ha editado por la Consejería de Educación y Cultura. 


La exposición hace un recorrido por su obra pictórica a lo largo de casi cincuenta años, y en la que además podemos ver algunas muestras de escultura, como las maquetas o proyectos del monumento a Santa Teresa de Jesús de la plaza de las Carmelitas (1982), de la escultura "Movimiento de ida y vuelta", del barrio de Benquerencia (2010), o de su "Arcángel", aún en proyecto.

De las obras expuestas, me parecen especialmente destacables por un lado la sala de retratos: de su madre, algunos autorretratos, de su mujer, Estrella María, en diferentes fechas, y el que hizo hace años al profesor Ángel Felpeto, actual consejero de Cultura, en grafito sobre papel. También me gustaron especialmente las obras de su proyecto "Reciclarte", que inició en 2004 para convertir objetos de desecho en obras de arte, transmutándolos en composiciones abstractas. Igualmente destaco el díptico "Dos hermanos", dedicado a sus hijos, Sara e Isaac, o, de su última etapa, el metacrilato "Tres eran tres las hijas de Alba", a su nieta. Aunque lo expuesto es apenas un 25% de lo que podría exponerse. Nos quedamos con las ganas de ver más, en un futuro.

Mi felicitación a la organización por haber acogido el proyecto, al Artista por esta magna exposición, y con ella, mis mejores deseos para sus nuevos proyectos.

Para saber más:
Hechos culturales entre dos siglos (1989-2001), por Luis Pablo
Currículo de Luis Pablo en web del Círculo de Arte
Ficha de Luis Pablo en Galería Armas 51
Sobre la exposición
Reportaje sobre la inauguración en informativo Al Día (video)
Palabras del viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, sobre Luis Pablo (video)
Nota de prensa de la JCCM
Nota de prensa de la Diputación Provincial
Nota de prensa de Europa Press




martes, 1 de mayo de 2018

Ladran, luego cabalgamos

¡Ay, las redes sociales! Nos dan entretenimiento (a menudo), conocimiento (a veces), y de vez en cuando, también complicaciones inesperadas. Tal fue el caso cuando leí, en el muro de una persona conocida, una exhortación a cambiar la redacción del panel de un museo histórico en el cual se hablaba del Gobierno de Franco. Decía que, siendo una dictadura, no debía redactarse de ese modo y pedía que cambiasen el texto.


Yo le contesté que existen muchas formas de gobierno, y que la palabra "gobierno" no implica que tenga que ser una democracia, entendiendo que los técnicos de dicho museo la habían utilizado de manera correcta.


Pero a continuación entró en el debate otra persona, también conocida de ambos. Es lo que tienen las redes sociales, que se te meten terceros en las conversaciones. No pasaría nada si se mantuviese una conversación educada. Pero cuando comienzan los insultos y las descalificaciones, o bien entras al trapo del "troll", o bien le haces caso omiso. Dado que estábamos en el muro de otra persona que podría sentirse incómoda (dado que el "troll" era su jefe), opté por lo segundo.

Pero ahora que estoy en mi propio blog, me voy a dar el gusto de contestar con detalle, porque algunos se creen que el que calla, otorga. Y no es el caso.


No, señor. No soy "lacayito tuyo", ni de nadie. Mal empiezas un debate, insultando a tu interlocutor. Y el que me digas que defiendo a Franco por haber afirmado que el término gobierno, o gobernar, no significa necesariamente hacerlo democráticamente, me indica que no te lo has has pensado dos veces, o que tiendes a pensar mal de quienes te rodean. Porque "gobierno" y "democracia" no son sinónimos, ni en nuestra lengua ni en ninguna otra.



Respecto a lo demás... ¿por dónde empiezo? Me dices: "faltas al respeto a la izquierda de este país" . Bueno. Aparte de que yo siempre respeto a quienes me respetan, ese argumento es falaz porque hay muchos partidos y movimientos, tanto reformistas como revolucionarios, que caben dentro de esa denominación genérica de "izquierda": Centro-izquierda, socialdemocracia, izquierda socialista, socialreformistas, ecosocialistas, eurocomunismo, marxismo-leninismo, trotskismo, prosoviéticos, prochinos, anarcosindicalistas... ¿A todos ellos me dedico a faltarles al respeto? ¡Pues sí que me cunde el tiempo!

Puedo tener una pista en que después me llamas "azote de Podemos". De ésto me permito deducir que cuando hablas de "la izquierda" en realidad quieres decir un partido concreto, excluyendo a todos los demás. Personalmente no sé qué les pasa a muchos de extrema-izquierda, que consideran que la única y verdadera son ellos mismos, y el resto no es verdadera izquierda. Que me salgas con el mismo concepto me indica que eres un militante o simpatizante bien adiestrado. No lo sabía. Pero tampoco me importa en absoluto; al contrario que a tí, que parece quitarte el sueño en dónde milite yo, o a quién vote, o deje de votar.

No negaré que yo NO SOY simpatizante de Podemos ni de ningún otro partido de extrema-izquierda. Como tampoco lo soy de la extrema-derecha, aunque de éstos hable menos, ya que el último partido de extrema-derecha profranquista con representación parlamentaria perdió su único escaño (el de Blas Piñar) en 1982, con lo que es bastante menos preocupante. Pero el hecho de que Podemos no sea un partido cuyo ideario y líderes me resulten precisamente gratos, ello no me impide tener amigos, familiares y conocidos que sí les han votado. Como también los tengo en otros partidos de izquierda como IU y el PSOE, de centro como Ciudadanos, y de derecha como el PP y ese nuevo partido que se les ha escindido, fundado por Alejo Vidal-Quadras, Vox. Y con todos ellos hablo y dialogo de política. Puedo estar de acuerdo con ellos, o no, pero no nos impide seguir llevándonos bien. Creo que si me dedicase a "insultar y mentir a sabiendas", como me dices tan alegremente, no tendría tratos con absolutamente nadie.

No acabo de entender a qué te refieres con lo de "afíliate al partido al que perteneces". Si me llamas franquista, y considerando que el único partido que se consideraba heredero y legatario de Franco y de su memoria era el Frente Nacional de Blas Piñar, necesitaría una máquina del tiempo, porque se disolvió en 1993. La otra opción es que te refieras a alguno de los partidos de centro-derecha y derecha democráticos, pero como acabas de excluir del concepto "izquierda" a todos los partidos menos uno, no tiene lógica que ahora apliques el argumento a la inversa, incluyendo en el franquismo a toda la derecha.

Me dices también que "jamás criticas a la derecha porque perteneces a ella". Lamentable. En primer lugar, porque no es cierto. En segundo, porque aunque lo fuese, tú no eres quien para decir a nadie a quien debe criticar o no, ni para repartir carnés de demócrata. En tercero, porque desde dentro de una entidad u organización también se puede criticarla (aunque algunas toleran poco a los disidentes)... así que la no existencia de críticas a una organización no es indicativo de que se pertenezca a la misma. Y por último, porque siguiendo ese hilo argumental, yo podría decir de tí que eres carlista,  ordoliberalista o budista, porque jamás te he visto criticar a los carlistas, a los ordoliberalistas o a los budistas. Vamos, que tu argumento, Manolito, no se sostiene.

Y por último, te diré que me hace mucha gracia que me digas "todas las opciones políticas tienen mi respeto, pero no las opiniones hipócritas que se hacen pasar por progres pero son reaccionarias". O sea, que después de atacar a una persona que tiene otras ideas políticas diferentes a las tuyas, no desde el diálogo sino desde el insulto y la descalificación, luego dices que todas las opciones tienen tu respeto ¡Bonita forma de demostrarlo! ¿¿Y el hipócrita soy yo??

Te voy a decir una cosa: Voy a seguir opinando con libertad, que es algo muy valioso que nos devolvieron los padres de la Transición (ese periodo histórico que los partidos con los cuales pareces alinearte denigráis llamando despectivamente "el régimen de 1978"). Y lo haré reconociéndote el derecho que te asiste a que tú también lo hagas, que ya es más que lo que tú me reconoces a mí. Y si no te gusta lo que opino, o lo que escribo, pues mira, te aguantas. O más fácil, ignórame.


Confío en que los años -además de canas- te den la suficiente serenidad como para dejar esa crispación, ese encabronamiento y esa mala leche, y relajarte un poco, no te vaya a dar un infarto o a salir una úlcera, y nos quedemos sin una figura tan importante para nuestra sociedad como tú. Veo que lo necesitas mucho.