viernes, 21 de octubre de 2016

La Biblioteca de CLM cumple 18 años integrada con la BPE. Un modelo a imitar

El 18 de Octubre de 1998, acaban de cumplirse dieciocho años, se inauguraba en las últimas plantas del Alcázar de Toledo la Biblioteca de Castilla-La Mancha, un centro bibliotecario de referencia que aunaba a dos bibliotecas hasta entonces independientes: La Biblioteca Pública del Estado y la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha.

La Biblioteca Regional se había fundado en 1989 y se ubicaba en el toledano Palacio de los Condes de Oñate (C./Trinidad, 8), entre otros servicios de Educación y Cultura. Al ser una institución para dar servicios de apoyo a otras bibliotecas (adquisición y catalogación, gestión del Depósito Legal, fondos catalográficos regionales, materiales especiales, formación...) no estaba abierta al público, sólo al personal bibliotecario y de la Consejería de Cultura. Por otro lado, la Biblioteca Pública del Estado llevaba instalada desde 1966 en el edificio de la Casa de la Cultura (Paseo del Miradero, 4), compartiendo instalaciones con el Archivo Histórico Provincial hasta 1992 (fecha en que el AHP se trasladó a sus actuales instalaciones en el antiguo convento de Jesús y María). No obstante la historia de la BPE en Toledo, antes llamada Biblioteca Provincial, se remonta al S. XVIII, cuando el rey Carlos III mandó a todos los obispos de sus reinos abrir bibliotecas públicas en los respectivos palacios episcopales (R. Cédula de 17-02-1771) una iniciativa acogida con gran satisfacción por el Primado de las Españas, el Cardenal Lorenzana, que asumió el proyecto de la Corona y lo mejoró, incorporando su propia biblioteca particular, enriqueciéndola con nuevas adquisiciones, creando un Gabinete de Maravillas, Arqueología e Historia Natural (antecedente a su vez del Museo Arqueológico Provincial y de Bellas Artes) e incrementado el personal a su propia costa. Esta Biblioteca Arzobispal se fusionó en 1845 con la Pública Provincial (que se había creado para albergar los fondos procedentes de la desamortización, ubicada en el vecino convento de San Pedro Mártir), unificándose los fondos de ambas en el edificio de la primera (es decir, en el Palacio Arzobispal) cuatro años después.

La existencia independiente de ambos centros se prolongó durante casi una década, hasta que desde el Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas, capitaneado entonces por Juan Sánchez Sánchez, se planteó aprovechar el previsto traslado de la BPE al Alcázar de Toledo (por Convenio de 12-05-1994 entre el Ministerio de Defensa, titular del edificio, y la Junta de Comunidades, que actualizaba el acuerdo de cuatro años antes entre el MCU y la JCCM sobre organización de fondos de la BPE) para integrar en las mismas instalaciones la biblioteca regional. Una decisión controvertida, ya que al principio (en el acuerdo de 1990) sólo se preveía el traslado del Fondo Antiguo de la BPE (ni siquiera la biblioteca completa), pero que acabó demostrando ser la mejor alternativa, no sólo para lectores e investigadores, sino también para los propios bibliotecarios de cara a la gestión de ambos centros, y para el presupuesto público, a causa del notable ahorro que dicha integración produciría.


Y así se hizo: Se creó una plaza de Dirección Gerencial, y una Dirección Adjunta para la Directora de la BPE, integrándose en el mismo organigrama y la misma relación de puestos de trabajo a las personas que antes estaban en centros y edificios diferentes.

Pero este modelo que se aplicó en Castilla-La Mancha no es de carácter general; cuando a partir de la creación del estado de las autonomías se fueron creando diferentes bibliotecas de carácter regional, se adoptaron diferentes modelos, que se detallan a continuación:


  • Andalucía: La Biblioteca de Andalucía se creó por ley en 1983, abriendo al público en 1990 y funcionando de manera integrada y compartiendo sede con la BPE en Granada desde 1994.
  • Aragón: La Biblioteca de Aragón se creó por ley en 1986, funcionando de manera integrada y compartiendo sede con la BPE en Zaragoza desde 1990.
  • Asturias: La Biblioteca de Asturias se crea en 1987 y funciona de manera integrada y compartiendo sede desde entonces con la Biblioteca Pública del Estado en Oviedo.
  • Baleares: No existe una biblioteca regional como tal, dado que en 1984 el Gobierno Balear transfirió las competencias de gestión bibliotecaria a la administración local (concretamente, a los Consejos Insulares). La Biblioteca Pública del Estado en Mallorca funciona pues de manera individualizada, en una nueva sede inaugurada en 2005.
  • Canarias: Existen dos BPEs en ambas capitales provinciales (BPE en Sta. Cruz de Tenerife , y BPE en Las Palmas de Gran Canaria) así como bibliotecas de la administración local dependientes de los Cabildos Insulares y los diferentes municipios, pero no hay una biblioteca regional como tal. Sí existe una Red de Bibliotecas coordinada desde el Gobierno de Canarias, y un catálogo colectivo.
  • Cantabria: En 1999 se creó la Biblioteca Central de Cantabria, funcionado de manera integrada y compartiendo sede con la Biblioteca Pública del Estado en Santander. En 2009 se trasladaron a su sede actual.
  • Castilla y León. La Biblioteca de Castilla y León se creó en 1989 y comparte sede e instalaciones con la Biblioteca Pública del Estado en Valladolid.
  • Cataluña. La Biblioteca de Cataluña fue fundada en 1907 por una institución privada, el Instituto de Estudios Catalanes, y abierta al público en 1924, pasando a depender del gobierno autonómico en 1981. No funciona de manera integrada con la BPE en Barcelona, dado que esta última aún no existe, sus funciones (depósito legal, coordinación, etc.) fueron desempeñadas durante décadas por la Biblioteca de la Universidad de Barcelona. La crisis económica ha demorado la terminación de las obras de la nueva BPE barcelonesa, que debiera estar terminada desde 2012.
  • Extremadura. La Biblioteca de Extremadura se creó por Ley en 1997 y abrió al público en 2002 en la antigua alcazaba de Badajoz. No está integrada con la BPE, que se mantiene funcionando de manera independiente en otro edificio de nueva planta, inaugurado en 2012.
  • Galicia. En Galicia tampoco existe el modelo integrado. Hay una biblioteca de carácter autonómico, la Biblioteca de Galicia, ubicada en el complejo Ciudad de la Cultura, de Santiago de Compostela, la cual abrió al público en 2011, apenas tres años después de la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Pública del Estado en la capital gallega.
  • Madrid. En la capital del Estado tampoco hay hoy un modelo integrado. Existe, por un lado, la Biblioteca Regional "Joaquín Leguina", creada en 1989 como heredera de la biblioteca de la antigua Diputación Provincial, y por otro la Biblioteca Pública del Estado "Manuel Alvar". Ambas compartieron instalaciones en el edifico de la segunda (C./Azcona, 42) hasta que se rehabilitó la antigua Fábrica de Cervezas "El Águila"para la Biblioteca Regional, trasladándose allí en 2002.
  • Murcia. En Murcia sí funciona el modelo integrado, albergando el mismo edificio desde 1996 a los fondos y servicios de la Biblioteca Pública del Estado y de la Biblioteca Regional de Murcia.
  • Navarra. En Navarra no hay BPE, existiendo en Pamplona la Biblioteca de Navarra, heredera de la antigua biblioteca de la Diputación, que desde 2002 es cabecera del sistema regional.
  • País Vasco. No existe una  biblioteca regional como tal. Desde el Gobierno Vasco hay servicios de coordinación, para la Red de Lectura Pública de Euskadi, creada en 2007, y un catálogo colectivo de Bibliotecas Públicas Municipales. La Biblioteca Pública del Estado en Vitoria no forma parte del sistema bibliotecario del País Vasco, y funciona por su cuenta.
  • La Rioja. Como en otras comunidades uniprovinciales, existe un modelo integrado. La Biblioteca Pública del Estado en Logroño es también la Biblioteca Regional de La Rioja, creada por Ley en 1990.
  • Valenciana, comunidad. En Valencia no existe un modelo integrado. La Biblioteca Valenciana se creó a partir de un legado particular, en 1979, aunque no adquiere forma legal hasta 1985. Fue trasladada a una sede propia, el antiguo monasterio de S. Miguel de los Reyes, en el año 2000. La BPE en Valencia, mientras, funciona de manera independiente en su propio edificio.
  • Por su parte las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla mantienen sus respectivas Bibliotecas Públicas del Estado (BPE en Ceuta y BPE en Melilla) gestionadas por las ciudades autónomas desde la asunción de competencias de gestión bibliotecaria a partir de la aprobación de sus respectivos estatutos.

En resumen: podemos ver que no hay un modelo único. En algunas comunidades autónomas no existe biblioteca regional, en otras existe y funciona de un modo integrado con la Biblioteca Pública del Estado, y en otras la BPE va por un lado y la respectiva biblioteca regional por otro.

¿Cuál es el mejor modelo? Es difícil de decir. Se podría pensar que de haber una BPE y también una BR habrá un mejor servicio al ciudadano (mejor dos que una). Pero por otro dicha dispersión puede acabar haciendo que disminuyan los servicios y las plantillas al tener que repartir el presupuesto y dividir los fondos. Personalmente, y conociendo además que los recortes siempre perjudican a la Cultura antes que a otras áreas, considero que el sistema de bibliotecas integradas y gestión compartida, como el que tiene la Biblioteca de Castilla-La Mancha es, casi con seguridad, el más eficiente.

Eso sí, requiere que las administraciones implicadas (Estado y Comunidades Autónomas) se lleven bien y sean conscientes de la necesaria cooperación, independientemente del partido político que gobierne en unas y otras en cada momento. Algo que lamentablemente no ha sido así en muchos momentos en diferentes lugares del territorio español. Confío en que la buena cabeza de los técnicos sepa solventar los problemas, a menudo innecesarios, que plantean algunos políticos.

PARA SABER MÁS:
Panorámica de las 53 Bibliotecas Públicas del Estado.
Enlace a la exposición fotográfica "Del Miradero al Alcázar, crónica visual".
Ley 1/1989 de Bibliotecas de Castilla-La Mancha por la que se crea la Biblioteca Regional, que se integrará, junto a las cinco Bibliotecas Públicas del Estado y las demás que se determinen, en el Sistema Bibliotecario Regional.
Decreto 28/1998 por el que se organiza la Biblioteca de Castilla-La Mancha, su integración en el Alcázar de Toledo y su gestión conjunta con la Biblioteca Pública del Estado.

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