domingo, 12 de enero de 2014

Sobre la decadencia de la política

Recientemente me ha llegado por internet un recorte, que reproduzco, de una noticia de hace casi un año. El titular decía "El Gobierno reconoce que para ser asesor del presidente no hace falta ninguna titulación". Y a continuación agrega: "Sesenta y ocho asesores del Presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no poseen el Graduado Escolar".

Para los más jóvenes aclararé que el Graduado Escolar era el título que se obtenía al terminar a los catorce años la antigua Enseñanza General Básica (la E.G.B.), la enseñanza obligatoria que estuvo en vigor en España desde la Ley General de Educación de 1970 hasta la Ley Orgánica General del Sistema Educativo de 1990, que la aumentó dos años más, hasta los 16, obteniéndose el actual título de Enseñanza Secundaria Obligatoria.

Pues bien. Resulta que casi una setentena de cargos de libre designación (nombrados "a dedo") del actual Gobierno no es que no tengan títulos universitarios, es que tampoco tienen el Bachillerato, ni siquiera el antiguo título de Enseñanza Obligatoria, lo que nos hace suponer que abandonaron los estudios antes de los catorce, o que no fueron capaces de aprobar la E.G.B. y sólo poseen el Certificado de Escolaridad (que se expedía a los que sólo estuvieron escolarizados pero no se graduaron).


En el ámbito de la Administración (a la que estas personas sirven como personal eventual que son), existen varias tipologías de funcionarios, por grupo de titulación requerido para cada puesto: A1 (Licenciados y Doctores), A2 (Diplomados, Ingenieros Técnicos y Arquitectos Técnicos), B (Formación Profesional Superior), C1 (Bachiller), C2 (Graduado Escolar-Secundaria Obligatoria) y el antiguo grupo E, actualmente a extinguir, para oficios sin cualificar, como peones, operarios de base, subalternos. Para el grupo E sólo se pedía el Certificado de Escolaridad, es decir, no era necesario ni el título de Enseñanza Obligatoria.

Y uno se pregunta: ¿Estos asesores del presidente, que tienen un nivel de titulación de Grupo E, cobrarán lo mismo que cobra un peón o un operario? ¿O tendrán un complemento específico por las funciones que realizan que pondrá sus nóminas por las nubes? Mucho me temo lo segundo.

¿Esto ha pasado antes o es exclusivo del momento actual? Sinceramente, no lo sé. Yo sólo conozco a una persona que ha sido asesora gubernamental, una compañera y buena amiga, que se jubiló de bibliotecaria en la UCLM, pero que fue asesora de Moncloa con Felipe González. Esta persona posee dos licenciaturas en Ciencias y asesoraba al Gobierno sobre Ciencia y Tecnología.

Y uno se sigue preguntando ¿En qué podrán asesorar estas personas, que no han sido capaces de aprobar la E.G.B., al Presidente del Gobierno? La diputada Rosa Díez lo preguntó en sede parlamentaria y se le contestó que "para ser asesor, no hace falta ninguna titulación".

Que nadie piense que padezco de "titulitis", o desprecio por quienes carecen de títulos académicos. Un peón, un limpiador o un subalterno son profesiones dignísimas y necesarias. Además, la posesión de un título concreto no garantiza la formación de su poseedor para un cargo o puesto concreto, por eso siempre he defendido que a ciertas escalas funcionariales ha de permitirse el acceso a todos los que aprueben la oposición, no únicamente a los que tengan cierto título. Pero creo que a estos puestos de confianza que asesoran a los altos cargos del Ejecutivo sobre las políticas a desarrollar por el Estado, debería exigírseles estudios superiores. Y desde luego, haber superado la Enseñanza Obligatoria y el Bachillerato.

Así nos va. Estas cosas son las que me hacen creer cada vez menos en la Política y en los políticos. Y mira que lo siento, porque aún creo en el sistema.

Para saber más:
El Huffington Post desvela que casi setenta asesores del Presidente del Gobierno de España no poseen el título de enseñanza obligatoria.
Rajoy tiene 578 asesores, 68 de los cuales no tienen ni el Graduado. El Gobierno responde a la diputada Rosa Díaz que "no hace falta ninguna titulación"
"Éste es un país de chorizos", declara J. Mª Gay de Liébana ("El economista indignado"), muestra los 68 asesores sin el Graduado.

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