Poco después de que la Junta de Comunidades pusiese precio al hasta ahora gratuito Museo de Santa Cruz (6 € / 1.000 Ptas. la entrada a la colección permanente, exposiciones aparte) y a los demás museos que gestiona, y de que la Fundación Pública Greco 2014 haya abierto las primeras exposiciones oficiales del Greco (41 € / 6.822 Ptas. la entrada conjunta “El Greco-Toledo”, catálogos aparte), nos sorprendemos gratamente con una nueva medida que equilibra algo la situación, ya que muchos aficionados al Arte y la Cultura no pueden, o no quieren, permitirse tales dispendios, que en realidad son un repago (más que copago), porque los museos públicos ya los pagamos con nuestros impuestos todos los ciudadanos.
Sin embargo dicha medida compensatoria al sufrido bolsillo de la ciudadanía no procede de la Junta de Comunidades ni del Ministerio de Cultura, sino de la Iglesia Católica. Me he encontrado con este tríptico de los seis monumentos que gestiona el Arzobispado de Toledo (el monasterio de S. Juan de los Reyes, la sinagoga de Sta. María la Blanca, la Parroquia de Sto. Tomé con El Entierro del Señor de Orgaz, la iglesia visigoda de El Salvador, la Iglesia y miradores de los Jesuitas y la mezquita del Cristo de la Luz), en el cual se publicita que, para conmemorar el año Greco, se exime de pagar entrada a todos los toledanos y empadronados en la ciudad.
Una buena noticia que compensa un poco a todos los que sufrimos día a día los inconvenientes de vivir en una ciudad turística (precios desorbitados en numerosos comercios y establecimientos de hostelería, aglomeraciones por la calle, autobuses colapsando el tráfico y los accesos al centro histórico, problemas continuos de estacionamiento y circulación…), inconvenientes que se multiplican en todos los eventos multitudinarios como el año Greco, y por los que pasamos con gusto –o resignación- los vecinos, por el evidente beneficio que dichos eventos dejen en el tejido socioeconómico de la ciudad.
Mientras tanto, otras entidades siguen “en las alturas”, y nunca mejor dicho. Cualquiera recordará que la entrada conjunta “El Greco-Toledo”, cuando se presentó a mediados de Enero costaba 38 €, como se puede aún ver en prensa. Se ve que pagar seis mil quinientas pesetas por una entrada les parecía poco a los excelentísimos gestores de la Fundación Pública Greco 2014, porque como se puede ver hoy en su web oficial, han subido el precio a 41 € (6.822 Ptas., hablando en antiguo). Multiplique el agudo lector por cuatro o cinco miembros de una familia, más los catálogos y cualquier otro detalle que allí se compre, y verá que le saldrá ver las exposiciones del Greco por más de 200 €. Las oficiales, claro, porque las actividades “oficiosas” programadas por el Ayuntamiento de Toledo y otras entidades como el Círculo de Arte son -hasta ahora- absolutamente gratuitas.
Sería muy positivo de cara a la opinión pública que el Sr. Deán y los responsables de Patrimonio del Cabildo Primado, organismo colegiado del que dependen la Catedral Primada y sus museos (el Museo-Tesoro Catedralicio, la Casa del Tesorero –lamentablemente cerrada desde hace dos décadas- y el futuro Museo de Tapices y Arte Sacro del antiguo Colegio de Infantes, a punto de inaugurarse), siguiesen el ejemplo de sus homólogos del Arzobispado e hicieran extensiva la gratuidad a los toledanos todos los días durante el año Greco (aunque actualmente cualquier español puede entrar gratis los domingos por la tarde).
Sobre la lamentable política tarifaria de la Fundación Pública Greco 2014, me parece tan fuera del mundo real que no quiero insistir más. Allá ellos con su conciencia.
Y mi pública enhorabuena a quienes desde el Arzobispado hayan tomado esta decisión, que beneficia a los ciudadanos de a pie amantes de la Cultura en un momento en que otras instituciones, mucho más obligadas moralmente, por el hecho de ser públicas, le han dado la espalda desde el principio.
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