sábado, 25 de febrero de 2017

A vueltas con el color de Castilla y de Toledo

La prensa local nos sorprende con el siguiente titular: "Los autobuses urbanos de Toledo serán blancos y morados". La noticia detalla que en el pliego de condiciones que puso el Ayuntamiento a la empresa concesionaria del servicio urbano de transporte público incluye el repintado de los autobuses, actualmente de color azul celeste, a color morado.

Esta decisión supondrá el enésimo cambio de color de los autobuses de la ciudad. En los años sesenta y setenta, cuando prestaba el servicio la Empresa Autobuses Urbanos de Toledo, eran de color azul marino con el techo blanco, como en Madrid, Barcelona, San Sebastián, Santander y otras ciudades, ya que la empresa pública Pegaso los ofrecía de este color a muchos ayuntamientos. Cuando en los ochenta se crearon nuevas líneas, las explotó en paralelo otra empresa nueva, Microbuses Urbanos de Toledo, con vehículos amarillos ("los pollitos"), y a los pocos años se creó la Unión de Autobuses Urbanos de Toledo, UNAUTO, que absorbió todas las líneas y repintó de amarillo los antiguos vehículos azules heredados de la competencia. De nuevo cambiaría de color en los 90 cuanto UNAUTO fue absorbida por Ruiz, pasando a ser blancos con rayas azules, y totalmente azules a partir de los 2000.


  
         Autobús Pegaso años 70, similar a los urbanos de Toledo       Microbús de Toledo (comienzo años 80), el nº 2 de la flota

                       
 
Azules repintados de amarillo (1983), tras la fusión de Autobuses y Microbuses. Blanco con franjas azules (1991) los primeros de Grupo Ruiz

Vuelve el azul, foto de 2003

Ahora quieren cambiarlos de color de nuevo, a instancias del Ayuntamiento. Nos dicen que no va a costar un euro al ciudadano porque el coste lo asumirá la empresa, aunque estoy seguro de que muchos ciudadanos preferirían que la empresa invirtiera ese dinero (al menos 5.000 € por vehículo, en total 37 millones de antiguas pesetas) en mejorar el servicio. Pero independientemente del coste, uno se pregunta ¿Por qué morado? El morado es un color que no tiene ninguna relación con la ciudad, no es especialmente bonito para mucha gente, y, como todos los oscuros e intensos, es desaconsejable para un vehículo. De hecho, pocas marcas de vehículos ofrecen el morado en su paleta de colores y, de entre las que lo ofrecen, muy pocas unidades moradas se venden.

Si tenemos en cuenta que ni Podemos ni Tierra Comunera o ningún otro partido castellanista, que son quienes usan el morado como color corporativo, gobiernan en el Ayuntamiento de Toledo (de hecho, ni siquiera se presentaron a las últimas elecciones municipales), deberíamos descartar la afinidad ideológica a la hora de elegir el morado como nuevo color de los autobuses urbanos. Entonces ¿A qué se debe esta ocurrencia?
  

En las redes sociales se comenta que por ser morado el color de Castilla y de Toledo. Un craso error en caso de ser cierto este motivo. La alcaldesa de Toledo, como licenciada en Historia, sabe de sobra que jamás la bandera de Castilla fue morada, sino rojo carmesí. Quienes en realidad usaron el morado fueron una sociedad secreta paramasónica del siglo XIX, "Los Hijos de Padilla", neocomuneros, que pretendían inspirarse en los comuneros castellanos auténticos del S. XVI. En todos los escudos heráldicos de Castilla se puede ver que el castillo es de oro sobre gules, es decir, amarillo sobre rojo, y rojas son todas las banderas castellanas.


 

Así lo recoge el estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha de 1983 en su Artículo V, punto 1. "La bandera de la región se compone de un rectángulo dividido verticalmente en dos cuadrados iguales: el primero, junto al mástil, de color rojo carmesí, con un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur, y el segundo, blanco". A su vez, recogía el Decreto de 25 de Enero de 1980 sobre la bandera regional. creada en 1977 por el heraldista Ramón José Maldonado uniendo el paño rojo de Castilla con el blanco de las Órdenes Militares de Caballería que reconquistaron y administraron la comarca de La Mancha.


En lo que se refiere al color de Toledo, recojo las palabras del profesor Ventura Leblic, académico y heraldista, en el libro "Los símbolos municipales de Toledo", editado por el propio Ayuntamiento hace más de dos décadas: "Toledo no tuvo pendón municipal sino que usó desde tiempo inmemorial y por privilegio confirmado por Pedro I el [pendón] Real, de color rojo carmesí, con las armas del monarca reinante por el anverso y las de Toledo por el reverso".





¿Y cómo es exactamente el rojo carmesí? El diccionario académico no nos aclara mucho, salvo que es sinónimo del rojo grana (o granate), y que es el color del quermes o kermes, un pigmento rojo (en inglés crimson, color carmesí) que se obtenía de las cochinillas. Deriva del latín cremesinus, y también se llamó clemesín.

Pero afortunadamente existen diferentes códigos de colores para diferenciar unas tonalidades de otras. El código HTML, el código RAL, o el PMS (Pantone Matching System), que tal vez es el más conocido. Los expertos en cromática nos dicen que Rojo Carmesí, exactamente, corresponde al número 186, 54, 49 del código de colores RGB (en español, RVA). 




En código PMS el más parecido sería el Pantone Solid Coated 7620 c. Absolutamente nada que ver con el morado ¿verdad?


Pero en lo que todo el mundo estará de acuerdo en que carmesí NO ES el horroroso color rosa fucsia que algún Ayuntamiento de antaño mal asesorado comenzó a utilizar como color corporativo, pintando de fucsia vallas, farolas, barandillas y otros elementos de mobiliario urbano, y usándolo también sin mesura en la papelería oficial. Como tampoco es carmesí el rosa fucsia que le da a la bandera municipal el fabricante que provee al Ayuntamiento, como se puede comprobar fácilmente.


Como según la prensa, citando el pliego de condiciones municipales para la adjudicación del servicio, la empresa adjudicataria «queda obligada a proponer una nueva imagen corporativa para la totalidad de la flota de autobuses de Toledo, presentando unos bocetos de diseño, con diferente logotipo y diferentes colores para la carrocería, de entre los cuales el Ayuntamiento decidirá el diseño definitivo» estamos a tiempo de que nuestros señores munícipes corrijan la decisión de los autobuses morados y elijan el tono exacto de Rojo Carmesí que corresponde al color de la ciudad, que es el de  la Corona de Castilla. Ya que van a repintar toda la flota y a gastarse una cantidad considerable de dinero, háganlo bien, que están a tiempo.

Y de paso, no estaría de más corregir también el manual de imagen del Ayuntamiento y sustituir el fucsia por el carmesí en banderas, impresos, cartelería y demás sitios donde sea menester. Lo que antaño se hizo mal no debe mantenerse por desinterés, sino corrregirse lo antes posible. Al fin y al cabo, los colores son un elemento fundamental tanto en los símbolos de una institución (banderas, escudos...) como en los logotipos e imágenes corporativas de empresas públicas y privadas, y de cualquier organización. No es que lo diga yo, es algo que saben todos los publicistas, diseñadores gráficos y técnicos de protocolo. Y si tienen alguna duda, recuerden que hay entidades, como la RABACHT o la RAMHG, que estarán encantadas de asesorarles.


Más información sobre escudos y banderas en Heráldica Hispanica la web de Ignacio Gavira Tomás, de la Real Academia de Heráldica y Genealogía.
Herramienta convertidora de códigos de colores.

ACTUALIZACIÓN (25-02-2017)

Como gracias a las redes sociales casi todo se acaba sabiendo, he sabido que ya han sido entregados los primeros vehículos, que permanecen en cocheras a la espera de su presentación oficial. Afortunadamente no son morados, como decía el redactor de ABC. Pero tampoco son rojo carmesí. En realidad parecen del mismo tono purpúreo, o magenta del color corporativo de una conocida compañía de seguros castellano-manchega, o del de la UPyD, por citar dos ejemplos.




Alguien me ha dicho que son Pantone 220, no sé si el dato es correcto. Si no, se le parece bastante.


Pero tenemos el mismo problema: El color purpúreo escogido NO ES el rojo carmesí color Castilla que corresponde a la ciudad de Toledo, según reconoció el propio Ayuntamiento en la publicación de hace dos décadas que citaba más arriba. Se va a gastar un dineral en darles un color que tampoco es el verdadero.

Entiendo que los primeros vehículos ya han sido entregados y ya no tiene remedio, salvo que los repinten también. Pero no estaría de más que el Ayuntamiento se corrija a sí mismo y dé instrucciones de que los nuevos autobuses vengan con el color correcto, y que la casi cincuentena de autobuses azules que se van a repintar, se repinten en el verdadero color rojo carmesí que concedió el rey Don Pedro I a la capital castellana allá por el S. XIV.


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