lunes, 28 de febrero de 2022

Javier Escudero regresa a las librerías con un nuevo ensayo sobre "El Quijote"

 Me lo avisó hace unos meses; "He firmado un contrato para un nuevo libro, ya te contaré". Y en efecto, el incansable Fco. Javier Escudero Buendía ha parido un más que interesante estudio sobre El Quijote, un tema que le lleva ocupando desde hace unos cuantos años ya.

Empecemos por el principio: Mi amigo Javi Escudero es licenciado en Derecho y especialista en Historia del Derecho y las Instituciones por la Complutense, y Doctor en Humanidades por la UCLM. Profesionalmente es archivero, por eso nos conocimos, hace más tiempo ya de lo que a ambos nos gusta reconocer, durante el cual hemos ido acumulando canas en nuestras cabezas y grasa en nuestras cinturas. Y nuestra amistad profundizó durante los muchos años que compartimos gestión como directivos en la asociación profesional ANABAD y organizamos juntos diferentes eventos, congresos, y alguna publicación. 

El autor, Javi Escudero, y el que esto firma, de excursión en la ciudad natal de Cervantes

El tema de su tesis, "Prosopografía de personajes reales cervantinos en La Mancha", dirigida por el profesor Francisco Crosas, catedrático de la Facultad de Humanidades de Toledo, fueron las personas y los personajes del Quijote, que fue adaptada y publicada en tres gruesos volúmenes en la imprescindible colección "Biblioteca Añil" (nros, 83, 84 y 85) de la también imprescindible editorial Almud del también amigo Alfonso González-Calero.

Esta nueva obra complementa a la anterior, incluso puede servir de aperitivo para quienes no se atrevan a empezar de golpe con una tesis en tres gruesos volúmenes, y digamos que es un texto que sirve tanto a profesionales de la Historia, la Filología o los archivos, como a interesados en dichos temas, o simples curiosos lectores, para adentrarse en los intríngulis del Quijote. Javier Escudero ha sabido demostrar que Cervantes se inspiró -para muchos de los personajes de la que sin duda es la mejor novela del mundo- en personas reales que existieron en La Mancha de hace cuatro siglos.

El libro que ahora nos llega es un ensayo titulado Las otras vidas de Don Quijote : ¿fue el ingenioso hidalgo de La Mancha una persona real? y ha sido publicado en la colección Sine qua non de la veterana Ediciones B, la marca editorial que sustituyó a Bruguera, que antes aún fue El Gato Negro, y que ahora vive de nuevo en las librerías, dentro del grupo neoyorquino Penguin-Random House, que la compró al antiguo Grupo Zeta.


Aclaremos que parece haber acuerdo entre los especialistas en que "El Quijote" no se concibió en origen como la obra que hoy conocemos, sino que Cervantes escribió inicialmente un texto breve, como lo son todas las que llamamos Novelas Ejemplares: Aquella "novela ejemplar" (que sería los ocho primeros capítulos actuales de la Primera Parte del Quijote) creció y creció, al darse cuenta el autor de su potencial ¿Lo que allí se cuenta es totalmente fruto de la imaginación del autor? Es una pregunta trampa, porque en Literatura siempre hay una base real, directa o indirectamente, lo que en absoluto quita mérito a la capacidad -genialidad, diríamos, en este caso- del autor o autora de la obra.

No entraré en el detalle de la obra para no hacer lo que los "modelnos" llaman "spoiler" creyendo haber descubierto la pólvora y que en nuestro idioma lleva muchíiiisimo tiempo llamándose "destripe". No, no les destriparé qué personajes son los que tienen visos de verosimilitud y existencia real. Sí les diré que no sólo son secundarios -que los hay y muchos- sino también el propio ingenioso hidalgo. Hay anécdotas y sucesos (acaecidos casi todos en la década de los ochenta del siglo XVI en el entorno de El Toboso y Miguel Esteban -que muy probablemente sea "el lugar de La Mancha" por antonomasia-), sucesos que Javier Escudero ha rastreado en numerosos archivos con paciencia monacal durante años y que nos cuenta con agilidad, humor y despertando el interés del lector.

Y además, Escudero nos plantea el modo en que Cervantes, el cual vivió en su Alcalá de Henares natal, en la Corte (ambulante y deambulante de Madrid a Valladolid y de nuevo a Madrid), pero también en la vieja corte, Toledo (que pugnaba por volver a serlo), y en la Esquivias de su esposa, pudo conocer todas estas historias y a esas personas, que él, con su genio e ingenio, transformó en parte de su obra universal. Y no sólo en ella, ya que también hay sucesos y personajes reales que aparecen en el "Persiles".

En resumen, un ensayo más que interesante para quienes gusten de la intrahistoria y deseen conocer el origen de nuestra obra literaria más universal.

Que la disfruten.

Ficha del libro en web del editor.

Bibliografía del autor, en Dialnet.

domingo, 27 de febrero de 2022

Homenaje al tocino, en el Día Internacional del Cocido

 Tal día como hoy, 27 de febrero, se celebra la fiesta de una docena de santos prácticamente desconocidos, y otras celebraciones de carácter cívico como el Día del Oso Polar, o de las ONGs. Pero yo prefiero celebrar hoy el Día Internacional del Cocido, uno de los platos más destacados de nuestra Gastronomía.

Hay muchas versiones de este guiso de puchero tan popular, heredero de la olla podrida del Siglo de Oro (el nombre viene de poderida, o poderosa, por la abundancia de sus ingredientes, no porque estén podridos o echados a perder); podríamos citar el cocido madrileño, el lebaniego, el maragato (que se sirve al revés, empezando por las carnes, seguidas de las verduras y legumbres y terminando con la sopa), el montañés (con alubias y berza), el de pelotas, el andaluz, el gallego, el catalán o escudella, el pote asturiano (con alubias blancas en vez de garbanzos), y otros más que seguro me dejo en el tintero. El denominador común es una sopa, un plato de legumbres (generalmente garbanzos) acompañado de patata y verduras, y por último, las carnes.

Y no hay cocido que se precie que carezca, en su tercer plato o vuelco, de unas buenas tajadas de tocino de cerdo. De hecho, a esa mezcla de carne de vaca y de gallina con tocino, jamón, morcilla, y algún otro añadido como chorizo de guisar, se le denomina "la pringá". Y es, precisamente, el tocino, lo que facilita el pringue y la mezcla con los otros ingredientes.



Así que aquí reproduzco un texto que anda circulando en redes sociales, escrito por un tal M. Gordo, que homenajea en versos a este magnífico ingrediente. Me sumo al homenaje, que me parece justo y necesario. Nada más que añadir al respecto.

HOMENAJE AL TOCINO

¡Tocino! ¿Qué te ha pasado?

Con lo bueno que tú has sido,

y tanto has alimentado.

Tú que eres genuino,

curado, frito o asado.

Y ahora no te desean;

ahora estás muy denostado.

Cómo me acuerdo, tocino,

del hambre que tú has quitado.

Para mí fuiste divino,

pero te han abandonado.

Recién rascada la sal,

en la lumbre bien tostado,

metido en medio del pan

y dándote un buen bocado…

tocino, ¡qué bueno estás!

Esa grasa esturreada

que sale por ambos lados

cuando estrujas fuerte el pan…

te sientes afortunado.

Eso es la felicidad.

Cuando se acerca el verano

y está la lasca colgada,

siempre lo tienes a mano:

solo tienes que cortar,

le quitas la parte rancia

y debajo hay un manjar.

Con la navaja en la mano

lo troceas en “tajás”

y le das el pasaporte

al modo tradicional:

con buenos tragos de vino

a la hora de merendar.

Cuando lo comes cocido

mira lo tierno que va:

se te derrite en la boca,

¡ay tocino, cómo estás!

¡Qué sensaciones provocas!

A mí me vas cantidad.

Pero hay que tener cuidado

y no excederse jamás,

pues no es muy recomendable

cuando existe obesidad

o el médico lo prohíbe

por alguna enfermedad.

Y como dice el refrán

que yo cuento a mis amigos,

castigo venga de Dios

a una bodega sin vino

a una mocita sin novio

y a una olla sin tocino.

 

Para saber más:

Sobre los cocidos y la afición a los mismos: la Filopeptofagia ¡orgullo filopeptófago!

Día internacional del cocido: los mejores de Madrid.